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Si crees que tener un pezón agrietado es exclusivo de las mujeres que dan el pecho, te equivocas. La sensibilidad del pezón también puede afectar a los hombres, por eso es importante mantener esta región bien hidratada y protegida.
Otra razón que también puede causar grietas en el pecho es el uso de algunos modelos de tops o blusas de gimnasia. Hay ciertos tipos de tela que pueden causar fricción en esta región durante la práctica de alguna actividad física, causando incomodidad y lastimando esta zona.
Continúa después de la publicidadLas grietas pueden producirse en uno o en ambos pezones y tienen el potencial de facilitar la entrada de microorganismos y causar infecciones, por lo que es fundamental tratar la piel agrietada.
Los síntomas más comunes de un pezón agrietado son el dolor en el pezón o la areola. Sin embargo, hay otros signos como, enrojecimiento, piel seca y agrietada, costras o escamas en la piel y grietas abiertas que liberan pus o sangran.
Una grieta no tratada en los pezones puede causar inflamación o infecciones en los senos, formando abscesos o provocando laceraciones que, además de causar mucho dolor y molestias, requieren el uso de antibióticos o drenajes.
Causas de un pico agrietado
Consulta a continuación las principales causas de las grietas en los pezones, qué hacer para mejorarlas y descubre qué tipo de pomada puede ayudarte a hidratar el pezón y reducir las molestias causadas.
Embarazo
Uno de los primeros síntomas del embarazo es la sensibilidad mamaria, que va acompañada de diversos cambios en las mamas y los pezones.
Continúa después de la publicidadEl pico agrietado durante el embarazo puede producirse debido a los cambios hormonales que provocan el aumento del pecho, lo que puede dejar la piel más estirada, favoreciendo la irritación de la areola y el pezón, causando fisuras en la zona.
Lactancia materna

En la lactancia materna, la causa de una grieta en el pezón suele ser el agarre o la posición incorrectos del bebé al mamar.
Al principio es frecuente que la piel del pezón se vuelva más sensible e irritada, pero por lo general la afección mejora a medida que la madre y el bebé se adaptan a la lactancia.
Cuando el bebé empieza a mamar, lo mejor es colocar todo el pezón y parte de la areola dentro de la boca. Este tipo de agarre pone el pezón en contacto con el paladar blando, que es una región suave situada en la parte posterior de la boca del bebé y no causa irritación en el pico del pecho.
Sin embargo, si el bebé no se agarra correctamente, el pezón puede entrar en contacto con el paladar duro, una región más propensa a la fricción, y provocar grietas en el pezón.
Además de esta cuestión, según la institución Liga Internacional de la Leche Hay casos en los que el bebé lastima el pezón de la madre debido a características anatómicas que pueden incluir una boca pequeña, un paladar alto, un nudo en la lengua, un mentón retraído y un frenillo corto.
Continúa después de la publicidadEn cuanto a la colocación incorrecta del bebé, algunos consejos prácticos pueden ayudarte a resolver este problema:
- Siéntate o túmbate en una posición cómoda y coloca al bebé contra tu pecho de forma que su boca y su nariz queden orientadas hacia el pezón;
- En posición tumbada, deja que la mejilla del bebé descanse contra el pecho, pero en posición sentada es importante elevar un poco el pecho para no ejercer presión sobre la barbilla del bebé;
- Cuando ayudes al bebé a ponerse en posición, coloca primero su barbilla contra la areola y luego acerca la cabeza del bebé hacia tu pecho y no al revés;
- Comprueba no sólo que el pezón está dentro de la boca del bebé, sino también que la mayor parte de la areola está en la boca del niño.
Confusión de boquillas
La confusión de pezones se produce cuando el bebé succiona el pecho y, al mismo tiempo, utiliza un chupete o biberón. Esto sucede porque al succionar el pecho, el bebé necesita mover todos los músculos de la boca para succionar la leche y, al succionar el biberón, el movimiento requerido es mucho menos complejo.
De este modo, el bebé puede confundirse y utilizar una técnica incorrecta al succionar el pecho, lo que además de perjudicar la lactancia puede provocar grietas en el pezón de la madre.
Sapo
Algunos recién nacidos pueden padecer candidiasis, la famosa "candidiasis bucal". La candidiasis es una infección por hongos que afecta a la boca. Esta infección puede transmitirse a la madre durante la lactancia y provocar irritación y dolor en los pezones.
Si es así, es importante informarse sobre los síntomas y la forma de tratar la candidiasis para no prolongar la infección, que es contagiosa.
Uso incorrecto del petardo

Es muy frecuente extraer el exceso de leche materna, ya sea para aliviar las molestias en los pechos o para almacenar leche materna para un momento en que la madre no vaya a estar cerca de su bebé.
Continúa después de la publicidadLos sacaleches son muy prácticos, pero si el nivel de succión no está bien regulado, o si el ajuste sobre el pecho no es correcto, el aparato puede lesionar el pezón y hacer que se agriete.
Humedad excesiva
Aunque el agrietamiento da la sensación de que la piel está seca, el exceso de humedad también puede ser la causa del problema.
Amamantar durante mucho tiempo con un solo pecho, utilizar demasiada pomada o llevar sujetadores y ropa demasiado ajustados pueden humedecer demasiado la piel de la zona y provocar grietas.
La sudoración excesiva combinada con ropa ajustada durante las actividades físicas también puede irritar la piel, por lo que el uso de prendas de tejidos ligeros y que permitan respirar a los pechos es esencial para evitar la acumulación de humedad en la zona.
Reacción alérgica o eczema
Algunos productos pueden provocar reacciones alérgicas en la piel que causan grietas en los pezones y otros síntomas como descamación, picor e irritación. Tales alérgenos pueden ser sustancias que se encuentran en productos como:
- Jabón o suavizante para lavar la ropa;
- Lociones corporales, perfumes o cremas hidratantes;
- Jabones o geles de ducha;
- Champú y acondicionador;
- Tejidos de ropa.
En estos casos, lo ideal es sustituir estos productos por otros que no provoquen la misma alergia o que sean antialérgicos.
Fricción
La fricción puede irritar la región del pezón. Los atletas que corren largas distancias, por ejemplo, pueden sufrir grietas en el pezón debido a la fricción con el tejido de su ropa, especialmente cuando el tejido está compuesto de fibras sintéticas como el nailon.
Los surfistas y otros deportistas también pueden sufrir este tipo de grietas debido a la fricción de la tabla o el agua del mar contra los pezones.
Una camiseta demasiado grande o mal ajustada puede provocar roces constantes durante la actividad física y causar irritación, grietas e incluso hemorragias en los pezones.
Infecciones o lesiones
Las infecciones bacterianas o fúngicas causadas por estafilococos o levaduras, por ejemplo, pueden dejar los pezones doloridos y agrietados. Además, las lesiones en la zona, accidentales o no, pueden causar el mismo problema. Un ejemplo es un piercing en el pezón que cause irritación en la zona.
Enfermedad de Paget
Esta enfermedad afecta a la piel que rodea el pezón y puede causar una serie de síntomas desagradables, como picor, grietas y secreción amarillenta o sanguinolenta.
Qué poner en un pezón agrietado

Las cremas que contienen lanolina ayudan en el tratamiento de las fisuras del pezón
Las cremas o pomadas con propiedades antisépticas son buenas aliadas para tratar la grieta y prevenir infecciones en la zona agrietada del pezón.
Un estudio publicado en 2015 en la Revista de Ciencias del Cuidado atestiguan que las cremas que contienen lanolina, aceite esencial de menta o dexpantenol ayudan en el tratamiento de las fisuras del pezón.
Pero, al contrario de lo que mucha gente piensa, no es bueno gastar aceite o cremas hidratantes todo el tiempo en el pezón, ya que el exceso de humedad puede empeorar los síntomas.
Consejos específicos
Los consejos que figuran a continuación se refieren a los casos más comunes de pezones agrietados que se producen a causa del embarazo, la lactancia o la fricción.
Consejos para embarazadas
Las glándulas situadas alrededor de los pezones segregan un aceite natural durante el embarazo que sirve para lubricar la zona y mantener alejadas las bacterias.
Por ello, a la hora de lavar la zona, no es recomendable frotar demasiado los pezones para no eliminar esta protección natural.
Consejos para la lactancia materna
El tratamiento de un pico agrietado durante la lactancia requiere una atención especial, ya que la succión constante del bebé, sobre todo en los primeros meses de vida, puede dificultar el tratamiento.
Para aliviar los síntomas y sobrellevar el tratamiento sin renunciar a la lactancia materna, vale la pena poner en práctica algunos consejos que se mencionan a continuación:
- Lávese las manos antes de manipular las pechugas;
- Lava los pezones con agua tibia o aplica una compresa tibia para aliviar la irritación después de que el bebé se alimente;
- Exprime unas gotas de tu propia leche materna sobre todo el pezón y deja que se seque de forma natural, ya que es muy hidratante y tiene todo lo que la piel necesita para curarse;
- Aplicar aceite de menta diluido (o una mezcla de este aceite y agua) en los pezones entre tomas;
- Utiliza un pulverizador o sumerge los pezones en una solución salina casera (½ cucharadita de sal por 1 taza de agua tibia) para hidratarlos y favorecer la cicatrización;
- Evita que las pezoneras se humedezcan demasiado antes de cambiarlas, ya que la humedad atrapada puede empeorar las grietas;
- Alterne los pechos en cada toma;
- Ayuda al bebé con el agarre correcto de la tetina, evitando nuevas lesiones.
Las mujeres en periodo de lactancia también deben evitar llevar sujetadores que no dejen respirar la piel durante demasiado tiempo, ya que esto también puede aumentar la humedad en la zona.
Quienes padecen candidiasis deben evitar el uso de la leche materna como remedio casero, ya que los hongos crecen rápidamente en contacto con la leche. En estos casos, es aconsejable limpiar los pezones entre toma y toma para evitar la proliferación de estos microorganismos.
Se pueden utilizar pomadas, pero es importante aplicarlas sólo después de la toma y limpiar la zona antes de que el bebé vuelva a alimentarse para evitar el contacto directo con el producto. Sin embargo, si la pomada está elaborada con ingredientes naturales, como la lanolina, no es necesario retirar el producto antes de amamantar al niño.
Las pezoneras que se utilizan entre tomas para evitar las fugas de leche deben ser preferiblemente de algodón, para que la piel pueda respirar. También existen opciones reutilizables que pueden lavarse y volver a usarse, ahorrando dinero y generando menos residuos para el medio ambiente.
Consejos para deportistas o participantes en actividades físicas

Para evitar posibles grietas en el pecho, los deportistas o quienes practiquen actividades físicas deben cubrir los pezones con un trozo de gasa suave o con vendas impermeables y evitar llevar camisas muy holgadas que generen fricción contra los pezones durante la actividad física.
También deben evitarse las camisas confeccionadas con tejidos que puedan irritar aún más la piel.
Hora de ir al médico
Si la irritación y el dolor en los pezones son constantes y merman la calidad de vida o, en el caso de las mujeres, estas molestias dificultan mucho la lactancia, es importante buscar la ayuda de un médico o especialista en lactancia.
Ante cualquier signo de infección como enrojecimiento, sensibilidad en el pezón, hinchazón y sensación de calor en la zona, se recomienda buscar ayuda médica, ya que en algunos casos, puede ser necesario el uso de antibióticos (si existe una infección bacteriana) o pomadas antifúngicas (en casos de candidiasis).