La medicina popular tiene una serie de recetas que prometen aliviar diversos problemas de salud. Una de ellas afirma que aplicar rodajas de patata crudas y frías en las plantas de los pies o en la frente reduce la fiebre. Pero, ¿es éste realmente uno de los beneficios de la patata?

El argumento para defender la receta es que las rodajas de patata congeladas bajarían la temperatura corporal porque atraerían el calor hacia sí.

Desde el punto de vista de la física, esto tiene sentido, porque cuando cuerpos de temperaturas opuestas se tocan, la energía térmica del más caliente pasa al más frío.

Según el médico Charles Schwambach, no sólo la patata, sino aplicar cualquier cosa fría y húmeda sobre el cuerpo puede ayudar a bajar la fiebre: "Por eso, en caso de fiebre, están indicadas las compresas frías o los baños calientes", añade.

Entonces, ¿funciona realmente la receta casera? No necesariamente. Las rodajas congeladas de patata cruda sólo pueden reducir el calor donde se aplican. Además, el efecto es sólo temporal, pero la fiebre seguirá presente en el organismo.

¿Cómo afrontar la fiebre?

Cuando la fiebre no perturba las tareas cotidianas y no aparece junto con otro u otros síntomas, se recomienda mantenerse bien hidratado, descansar, tomar un baño caliente y, si es necesario, utilizar medicamentos antipiréticos.

Por otro lado, si la fiebre viene acompañada de problemas como aumento del malestar, apatía, letargo, dificultad para respirar, dolor, falta de apetito y otros síntomas, es necesario buscar ayuda médica. Si la persona febril ya tiene una enfermedad, también se debe buscar ayuda médica.

La fiebre no es una enfermedad, es un síntoma

Antes de buscar remedios caseros para tratar la fiebre, es importante tener en cuenta que la fiebre es un síntoma, no una enfermedad. De hecho, la fiebre puede ser uno de los síntomas del nuevo coronavirus.

Por lo tanto, no buscar ayuda médica para investigar una fiebre, especialmente una fiebre que persiste y aparece junto a otros síntomas molestos, puede suponer riesgos para la salud.

El organismo responde con fiebre a las agresiones externas o internas, que pueden estar causadas por bacterias, virus y hongos (agentes infecciosos), alérgenos, traumatismos, lesiones, neoplasias (tumores debidos al crecimiento del número de células) y enfermedades inflamatorias o inmunológicas.

Además, también puede aparecer fiebre debido a reacciones a determinados medicamentos. Cuando se produce uno de estos ataques, el organismo produce unas sustancias llamadas prostaglandinas y las libera en el torrente sanguíneo, con el fin de combatir a los invasores.

Así, cuando las prostaglandinas llegan al cerebro, estimulan el hipotálamo, la región cerebral responsable de controlar la temperatura corporal. Como resultado, el hipotálamo eleva la temperatura corporal.

¿Cuándo se puede saber que alguien tiene fiebre?

Una persona tiene fiebre cuando su temperatura en reposo supera los 37,8º C. En el caso de los bebés, se considera que la fiebre es superior a 37,5º C. Por encima de 39º C, hay fiebre alta.

Sin embargo, para saber si alguien tiene fiebre alta, no basta con sentir su temperatura con la mano, sino que es necesario medirla con un termómetro para estar seguros.

Además, cabe señalar que algunas personas pueden tener temperaturas ligeramente superiores a la media sin que ello represente un problema de salud.