Son las bebidas más populares en reuniones sociales y encuentros casuales. La conocida hora feliz del trabajo puede ser la responsable de esa barriga que tanto te molesta, pero ¿lo sabías?

Si no eres bebedor de cerveza, puedes incluso probar a beber un refresco, pero ¿es una buena opción? Si tienes dudas sobre qué engorda más y cuál elegir, infórmate ahora sobre las consecuencias que puede tener en tu organismo beber cerveza o refrescos.

La cerveza

Se puede afirmar que es la calidad y la cantidad de los alimentos consumidos tras probar la bebida lo que induce el crecimiento de la barriga.

La cerveza no contiene grasa, pero su consumo excesivo puede inducir a la dilatación del estómago, además de contener azúcar. Como ocurre con cualquier alimento, no se la puede culpar, por sí sola, del aumento de peso, sólo si se consume en exceso.

Una lata de 355 ml equivale en hidratos de carbono a una rebanada de pan, pero en calorías, el alcohol prácticamente duplica las cifras: una lata tiene unas 160 calorías.

Refrescos

Los fabricantes han inventado incluso sus versiones "sin azúcar", pero ¿es realmente una opción mejor para los bebedores de refrescos? La bebida no aporta nutrientes, así que ¿por qué insistimos tanto en consumirla?

Evidentemente, no hay que ser radicales, se puede disfrutar eventualmente de la cerveza o los refrescos. Es la mejor alternativa para quienes no pueden abandonar lo que muchos reconocen como una "adicción".

• Ver más: Tácticas para acabar con la adicción a los refrescos.

Es importante recordar que una lata de 350 ml de refresco tradicional contiene el equivalente a 140 calorías, y unos 37 gramos de hidratos de carbono, o el equivalente a 3 rebanadas de pan.

Cabe señalar que los refrescos light no garantizan la pérdida de peso, sólo contienen una menor cantidad de azúcares, pero aún así no pueden considerarse bebidas saludables. El ejercicio y una alimentación sana es lo que realmente garantiza la pérdida de peso.

• Véase también: ¿Los refrescos light aumentan de peso?

Los refrescos sin azúcar están edulcorados artificialmente con aspartamo, ciclamato, sucralosa o sacarina. Sustituyen al azúcar, pero pueden aumentar el deseo de comer dulces al no tener una composición natural.

También se ha demostrado que su consumo regular puede aumentar hasta un 36% los factores del síndrome metabólico, incrementando hasta un 6% la posibilidad de desarrollar diabetes y otras enfermedades relacionadas con la obesidad.

Quienes consumen refrescos con regularidad siguen exponiéndose al mayor riesgo de sufrir infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares.

Barriga cervecera

La forma de la barriga es bien conocida y característica de quienes beben cerveza regularmente, pero la deformación no es sólo resultado de esa bebida. Es fundamental reconocer que la cerveza puede contribuir al aumento de peso, pero no es la principal y única responsable del cambio de medidas. La cerveza sólo refuerza las consecuencias de la falta de actividad física y de la alimentación irregular.

Al tomar la bebida alcohólica, no sólo se consumen las calorías del alcohol, sino también los hidratos de carbono que no aportan nutrientes.

Una lata media de 350 ml de cerveza tiene 160 calorías, que se suman rápidamente a todas las que se consumen a diario. Por lo general, las cervezas sin alcohol tienen menos calorías y pueden llegar a tener 99.

Cerveza negra

Se dice que la cerveza negra tiene hasta 50 calorías menos que la tradicional, pero ¿es cierto y menos perjudicial para la salud?

Según algunas investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Wisconsin, la cerveza negra contiene antioxidantes que la versión tradicional no contiene, y además tiene una pequeña cantidad de hierro.

Estos beneficios se obtienen durante el proceso de tostado a alta temperatura, realizado para optimizar el sabor más suave de la malta oscura, que además favorece la formación de antioxidantes. También se dice que, si se consume de forma saludable, la cerveza oscura posee ocasionalmente flavonoides que contribuyen a reducir los riesgos de coagulación en el torrente sanguíneo.

Sin embargo, hay que prestar atención a la información nutricional. En general, puede no ser cierto que contenga menos calorías. Algunas versiones tienen incluso más calorías.

¿Qué engorda más: la cerveza o el refresco?

Ambos tienen un recuento de calorías similar, pero los refrescos no pueden ofrecer ningún tipo de beneficio nutricional. Son grandes villanos del fitness porque tienen un alto contenido en azúcar y sodio, componentes poco convenientes para una dieta sana.

Para quienes controlan sus niveles de glucosa, es importante saber que los refrescos tienen un índice glucémico hasta 4 veces superior al de la cerveza.

Por lo tanto, se puede decir que la cerveza hace menos daño que el refresco común, aunque el alcohol está reconocido como una toxina para el hígado, por lo que no debemos abusar de ninguno de los dos.

Hidratación

La hidratación no es una excusa para justificar el consumo de cerveza o refrescos, pues sabemos que ambos no aportan líquidos tan saludables para el organismo. El alcohol que contiene la cerveza actúa como diurético, es decir, cuando crees que te estás hidratando, en realidad estás estimulando la pérdida de líquidos. Sin embargo, la cafeína que contienen los refrescos más populares también actúa como diurético,sus efectos son más leves.

Moderación

De acuerdo con toda la información presentada, podemos afirmar que, tanto si se opta por beber cerveza como refrescos, independientemente de las versiones o marcas, la moderación es la palabra clave para prevenir los efectos negativos.

El refresco común, sin duda, es el que más engorda, y uno de los principales responsables del alto índice de obesidad en la sociedad, pero es imprescindible admitir que no es necesario prohibir su consumo, sino reconocer la preservación de la salud.

Por supuesto, tomar una cerveza los fines de semana no está prohibido, pero los refrescos están aún más presentes en nuestro día a día, afectando a niños y ancianos, por lo que es necesario prestar atención y buscar sustitutivos saludables. No intentes huir del que engorda, sino buscar el que nutre y contribuye más a tu bienestar.

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¿Tienes la costumbre de consumir con frecuencia cerveza o refrescos en tu día a día? ¿Alguna vez te has preguntado cuál engorda más? ¡Comenta a continuación!