La diabetes se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre y suele producirse por defectos en la secreción o acción de la insulina. Siempre que hablamos de la avena oímos que uno de sus principales beneficios en nuestro organismo es que ayuda a controlar el azúcar en sangre. A continuación descubrirás si los diabéticos pueden comer avena, los beneficios de la fibra y los hidratos de carbono que contiene la avena,qué cuidados debe tener y mucho más.

La avena es un alimento asociado a numerosos beneficios. La lista incluye la acción antioxidante, la disminución del colesterol malo, la reducción de los niveles de azúcar en sangre, el aumento de la sensación de saciedad, el crecimiento de la flora intestinal y el alivio del estreñimiento.

La avena se puede encontrar fácilmente en el mercado en copos, harina o salvado, así como opciones de avena aromatizada e instantánea. Entre sus beneficios se encuentran una impresionante fuente de hidratos de carbono, ayuda a perder peso, una excelente compañera para aquellos que quieren ganar masa muscular y mucho más. Conozca todos los 11 beneficios de la avena y para qué es buena.

Ya convencido de todos sus beneficios, incluir la avena en tu rutina diaria es una tarea fácil. Pero para hacerte la vida aún más fácil y para que ejercites tu creatividad, ya que la avena es un ingrediente súper versátil, conoce 10 recetas con avena fit.

Y si ya estás acostumbrado y te encanta el sabor del plátano con avena, debes saber que es posible tener todos sus beneficios e ingerir los mismos nutrientes de esta combinación, sólo que en otra presentación. Anímate a cocinar estas 6 tortas de plátano con avena y sorprende a tu familia.

Es fuente de varios nutrientes importantes para el buen funcionamiento del organismo, como hidratos de carbono complejos, fibra, manganeso, fósforo, cobre, hierro, zinc, vitamina B1, vitamina B5 y vitamina B9, así como cantidades menores de calcio, potasio, vitamina B3 y vitamina B6.

Pero, a pesar de todo esto, ¿puede todo el mundo utilizar este ingrediente en sus comidas? ¿Pueden comer avena los diabéticos? Lo analizaremos a continuación.

¿Pueden comer avena los diabéticos?

Se diagnostica diabetes a una persona cuando su organismo no es capaz de producir insulina o no puede utilizar adecuadamente la hormona que produce. La insulina actúa para controlar la cantidad de glucosa (azúcar) que se encuentra en la sangre.

Cuando la enfermedad no se controla, se desarrolla una situación de niveles elevados de glucosa en sangre y, si persiste demasiado tiempo, pueden surgir complicaciones como daños en órganos, vasos sanguíneos y nervios.

Por eso es tan importante seguir un tratamiento para controlar la afección. Y una de las cosas que esto implica es la dieta, que debe centrarse en controlar los índices de azúcar en sangre.

• Véase también: Consejos dietéticos para diabéticos.

Uno de los puntos a favor de la afirmación de que los diabéticos pueden comer avena es el hecho de que este cereal está compuesto por una fibra soluble llamada betaglucano, que forma un gel espeso en el organismo. Este gel ralentiza el vaciado del estómago, así como la absorción de glucosa en la sangre.

Como resultado, ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre, especialmente en personas con diabetes de tipo 2 y sobrepeso. La avena también puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina.

Conviene recordar que una de las razones del desarrollo de la diabetes de tipo 2 es precisamente la disminución de la sensibilidad a la hormona.

El índice glucémico

Otro aspecto que favorece la afirmación de que los diabéticos pueden comer avena es el hecho de que este alimento tiene un índice glucémico bajo, un valor de 55. El índice glucémico es un indicador que muestra cómo puede afectar cada alimento a los niveles de azúcar en sangre.

Los alimentos con un índice glucémico alto, que tienen un valor superior a 70, se absorben rápidamente y provocan un rápido aumento de los niveles de azúcar en sangre, mientras que los alimentos con un índice glucémico bajo, que tienen un valor inferior o igual a 55, se absorben lentamente, sin provocar un aumento repentino de los niveles de glucosa en sangre.

• Véase también: Tabla del índice glucémico de los alimentos.

Fibras

Una ración de 100 g de avena contiene 9,1 g de fibra y el hecho de que la avena sea rica en este nutriente es otro dato que la sitúa como un alimento alternativo para el día a día de las personas diagnosticadas de diabetes.

Esto se debe a que la fibra limita la absorción de glucosa por el organismo y, por tanto, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre.

Carbohidratos

Aunque un alimento tenga un índice glucémico bajo y sea rico en fibra, si el diabético ingiere una gran cantidad de ese alimento rico en hidratos de carbono en la misma comida, puede tener problemas de hiperglucemia.

Una ración de dos cucharadas de copos de avena (30 g) contiene unos 17 gramos de hidratos de carbono, de los cuales 3 g son fibra. En esta misma ración, los copos de avena también tienen 4,3 g de proteínas y 2,2 de grasas (de las cuales sólo 0,5 g son grasas saturadas).

Precauciones al elegir la avena

Es importante saber que los diabéticos pueden comer avena si compran su versión apta para el consumo. Es fundamental comprobar siempre la información nutricional del envase de la avena que se desea comprar.

Esto se debe a que las versiones industrializadas o instantáneas de los cereales pueden estar llenas de azúcares, edulcorantes y aromas artificiales, que merman los beneficios nutricionales que el alimento aporta a los diabéticos (y a cualquier otra persona) y son perjudiciales para los diagnosticados con la enfermedad.

Una recomendación es preferir la avena cortada con acero. Otro punto importante es saber elegir los acompañamientos de la avena. Mientras que ingredientes como los frutos secos, la canela, las bayas (fresa, arándano, frambuesa), el agua y la leche desnatada son indicados, los frutos secos, los edulcorantes y las cremas no son las mejores opciones para los diabéticos.

Diabetes y gastroparesia

Sin embargo, no todo es perfecto en la relación entre la avena y los diabéticos. Por ejemplo, si además de diabetes, la persona padece gastroparesia, una enfermedad caracterizada por el retraso en el vaciado del estómago, la ingesta de avena puede ser perjudicial debido al alto contenido en fibra que se encuentra en el alimento.

Incluso para quienes no padecen gastroparesia, la elevada cantidad de fibra presente en los cereales puede provocar hinchazón y flatulencias. Sin embargo, estos problemas pueden aliviarse bebiendo agua.

Otros cuidados

Más importante que saber si el alimento x o y es bueno o no para la diabetes, es comprender cómo debe funcionar toda la dieta a partir de ahora.

Y como cada afección es diferente y el organismo de cada persona responde de forma distinta en relación con el aumento de los niveles de glucosa en sangre al entrar en contacto con un determinado alimento, tal y como advierte la Asociación Americana de Diabetes, es fundamental adaptar la dieta para controlar la enfermedad con la ayuda de un nutricionista.

Es él quien podrá indicar las mejores combinaciones de alimentos según las especificidades de cada caso y enseñar al paciente a confeccionar los menús de sus propias comidas.

Más sobre la diabetes

Los síntomas de la diabetes incluyen: sed excesiva, hambre excesiva, infecciones frecuentes de riñón, piel y vejiga, retraso en la cicatrización de heridas, cambios en la visión, hormigueo en los pies, forúnculos, ganas frecuentes de orinar, pérdida de peso, debilidad, fatiga, nerviosismo, cambios de humor, náuseas y vómitos.

Cuando se experimentan estos síntomas, es esencial buscar ayuda médica para comprobar si se padece la enfermedad o no. Y una vez diagnosticada, es fundamental iniciar un tratamiento completo para no sufrir sus complicaciones.

Además de un cambio en la dieta, el tratamiento de la enfermedad puede incluir la práctica de actividades físicas, el control de los niveles de azúcar en sangre, la aplicación de insulina, el uso de medicamentos, el cuidado de la salud bucodental, el control del estrés, la eliminación del tabaco y la reducción del consumo de bebidas alcohólicas.

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