Hoy en día, existe un gran número de dietas, desde las más comunes a las más creativas, y desde las más saludables a las más perjudiciales para el organismo.

Y en medio de tantas dietas de emergencia y restrictivas, tenemos la dieta del agua, que combina el consumo regular de agua con una ingesta reducida de calorías. El objetivo de esta dieta es conseguir una rápida pérdida de peso, pero sin perjudicar la salud.

Conocerá la famosa y controvertida dieta del agua y descubrirá cómo funciona, si es buena o mala y qué alimentos forman parte del menú.

¿Qué es la dieta del agua?

La dieta del agua es una forma de denominar a un grupo de dietas que incluyen el consumo regular de agua durante y entre las comidas, asociado a la restricción calórica.

La intensidad de las restricciones varía de una dieta a otra, desde el consumo exagerado y arriesgado de agua hasta el consumo consciente.

Pero, para una pérdida de peso saludable, lo ideal es seguir una dieta equilibrada para adelgazar, con el fin de evitar la falta de nutrientes y el conocido "efecto acordeón".

¿Beber agua adelgaza?

El consumo regular de agua, para mantener la hidratación, es recomendable para todas las personas. La excepción son quienes padecen algún tipo de insuficiencia renal, que deben mantener un estricto control de la cantidad de agua ingerida.

Pero los estudios muestran que para todos los demás, el agua puede tener algunos beneficios para la pérdida de peso, tales como:

• Saciedad El agua ocupa espacio en el estómago, lo que puede aportar, aunque sólo sea temporalmente, una sensación de saciedad;
• Mejora la función intestinal evitar el estreñimiento y la hinchazón abdominal.

Por lo tanto, podemos decir que el agua, aunque sea indirectamente, contribuye a la pérdida de peso.

Menú de la dieta del agua

Este menú se construyó sobre la metodología de beber agua fría, pero es importante saber que hay otros menús posibles, y que entendiendo la lógica de su armado, usted mismo puede hacer las variaciones.

Así que hemos preparado un menú que incluye:

• Cantidades controladas de alimentos integrales;
• Proteínas magras;
• Frutas y verduras ricas en fibra.

De esta forma, a pesar de la reducción de calorías, estos alimentos darán una mayor sensación de saciedad. Vea a continuación las comidas de este menú:

1. al despertar

• 15 minutos antes de comer, en ayunas beber 300 ml de agua fría.

2. Desayuno

• 1 rebanada de pan integral con pasta de requesón;
• 1 taza de café o té sin azúcar;
• 1 yogur griego o desnatado con linaza o salvado de avena.

3. Merienda matinal

• 300 ml de agua helada;
• 1 barrita de cereales o mezcla de frutos secos.

4. Almuerzo

• Ensalada verde a voluntad;
• 2 cucharadas de arroz integral o quinoa;
• 1 filete de pollo a la plancha;
• 50 gramos de verduras.

5. Merienda

• 300 ml de agua helada;
• 1 bol de gelatina.

6. Cena

• 200 ml de agua helada;
• Ensalada verde a voluntad;
• 1 ración de fruta.

7. Cena

• 1 taza de té de manzanilla, melisa u otro té relajante de su elección;
• 1 bol de gelatina.

Nota: Es importante beber agua entre las comidas, siempre que sienta sed.

Riesgos

A pesar del conocimiento general de que mantenerse hidratado es bueno para la salud, es importante entender que todo exceso es malo para la salud.

Según la Facultad de Medicina de Harvard Esto significa que electrolitos como el sodio y el potasio se diluyen extremadamente.

Esta afección es especialmente peligrosa para los deportistas y las personas que realizan ejercicios más vigorosos, ya que el organismo acaba perdiendo electrolitos a través del sudor.

Consejos y recomendaciones

• Se recomienda beber unos dos litros de agua al día para mantener el cuerpo hidratado;
• No sustituyas las comidas sólo por agua, tu cuerpo necesita nutrientes para mantenerse sano y en forma para las actividades diarias;
• No permanezca en ayunas durante demasiado tiempo, esto puede tener consecuencias en su metabolismo, induciéndole a quemar menos calorías;
• Adopte esta dieta sólo con fines de emergencia, no permanezca con este plan de alimentación durante un largo período;
• No olvide añadir siempre raciones saludables de nutrientes funcionales como proteínas, hidratos de carbono complejos, grasas saludables y minerales;
• El consumo de alimentos termogénicos naturales puede contribuir a la pérdida de peso;
• Las personas que padecen enfermedades graves y las que se están recuperando de algún tipo de intervención quirúrgica no deben seguir la dieta del agua.

Seguimiento médico

El seguimiento médico es importante para cualquier persona que quiera perder peso de forma sana y equilibrada.

Y, en el caso de la dieta del agua, esto cobra aún más importancia, ya que se trata de una dieta restrictiva con riesgos potenciales para la salud, sobre todo cuando se utiliza durante mucho tiempo o de forma exagerada.

Por ello, se recomienda realizar al menos una consulta, para hacer una revisión salud, y asegurarse de que la dieta elegida no conlleva riesgos innecesarios.

Ejercicios físicos

El ejercicio físico es un aliado importante en la reducción de peso, especialmente cuando se asocia a una ingesta reducida de calorías.

Pero, es necesario estar siempre alerta cuando se realiza algún tipo de dieta restrictiva, como la dieta del agua. Y, como durante la realización de ejercicios perdemos muchos electrolitos en el sudor, es importante estar atentos a la aparición de síntomas, como mareos y calambres.

Por lo tanto, para evitar la aparición de síntomas relacionados con la pérdida de electrolitos, es importante utilizar, cuando sea necesario, alimentos o bebidas isotónicas, que ayudan a reponer estos electrolitos perdidos en el sudor.

Por último, es muy importante recordar que, a pesar de los problemas con la dieta del agua, el agua en sí es esencial para que su cuerpo funcione plenamente y para lograr sus objetivos de pérdida de peso. Así que asegúrese de revisar este otro artículo que analiza en mayor profundidad si el agua realmente adelgaza.