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La insulina es una hormona natural del organismo, producida por el páncreas, que ayuda al cuerpo a utilizar el azúcar (glucosa) como fuente de energía. Esta glucosa procede tanto de los alimentos que ingerimos como de la liberación natural de glucosa almacenada en el organismo.
Ver también: Pomada de colagenasa: qué utilizar y cuándoEsta hormona es necesaria para trasladar la glucosa de la sangre a las células. Funciona como una especie de llave que abre las puertas de las células del organismo. Una vez que la insulina abre estas puertas, la glucosa puede salir del torrente sanguíneo y llegar a las células, donde se utilizará como fuente de energía.
Continúa después de la publicidadSi el páncreas no funciona como debería, es posible que no produzca o libere la insulina que el organismo necesita para controlar los niveles de azúcar en sangre, lo que da lugar a la diabetes.
Tipos de insulina
Normalmente, el páncreas segrega insulina de dos maneras:
- En las gotas continuas que permanecen en niveles bajos en la sangre en todo momento, el llamado insulina basal .
- En grandes cantidades de insulina, que se liberan cuando se produce una subida de azúcar en sangre, lo que suele ocurrir después de las comidas, denominada "bolo".
Cuando un paciente diabético necesita utilizar insulina inyectable, su médico puede recetarle un tipo de insulina que empieza a actuar rápidamente, pero cuyo efecto desaparece al cabo de unas horas. Son las llamadas insulinas de acción rápida o en bolo.
Otra opción son las inyecciones de insulina de acción intermedia y lenta, que tardan más en llegar al torrente sanguíneo pero actúan durante más tiempo. Imitan el aporte basal natural del organismo, por lo que también se denominan insulina basal.
Además, es posible que el médico prescriba al paciente diabético una combinación entre insulina basal y en bolo, lo que se denomina insulina premezclada.
Continúa después de la publicidadPrueba de insulina basal
Un análisis de sangre como cualquier otro puede aportar niveles basales de insulinaLos niveles basales de insulina en el organismo pueden evaluarse mediante un análisis de sangre, que requiere que el paciente ayune durante ocho horas antes de la extracción de sangre, pero no más de 14 horas antes para que los resultados sean fiables.
Sin embargo, el resultado de la prueba por sí solo no establece un diagnóstico. Lo que ocurre es que el médico analiza la información que presenta la prueba dentro del contexto clínico del paciente y en función de sus valores de glucosa.
Por lo tanto, al recibir los resultados de las pruebas, el paciente tiene que volver a la consulta del médico, para que el profesional sanitario pueda evaluar los resultados de las pruebas dentro de una serie de parámetros y cerrar el diagnóstico.
Insulina basal elevada
La insulina basal alcanza un nivel anormal cuando el organismo produce una cantidad de esta hormona superior a la necesaria.
La causa más común es la resistencia a la insulina, que se produce cuando las células no responden como deberían a la hormona, lo que hace que el páncreas produzca y segregue más insulina. La resistencia a la insulina es una afección asociada a la diabetes.
Sin embargo, una insulina basal elevada también puede estar relacionada con una sobreproducción de insulina por parte del páncreas sin un aumento de la glucosa en sangre, que puede estar causada por afecciones como el insulinoma y la esteatosis hepática.
Continúa después de la publicidadSíntomas
La insulina basal alta no causa síntomas por sí misma, pero puede estar relacionada con otros problemas de salud y éstos sí causan síntomas.
Por ejemplo, una insulina basal elevada asociada a un aumento de la glucosa en sangre conlleva síntomas como antojos frecuentes de azúcar, aumento de peso, hambre constante y exagerada, dificultad para concentrarse, inquietud y cansancio.
Por otro lado, una insulina basal elevada que no esté relacionada con un aumento del azúcar en sangre puede provocar hipoglucemia, es decir, niveles bajos de azúcar en sangre.
Insulina basal baja
La disminución de la producción de insulina por parte del páncreas es la causa de la insulina basal baja. Por lo general, las personas que padecen diabetes de tipo 1 tienen poca o ninguna insulina en su organismo, ya que su páncreas ya no puede producir la hormona.
Síntomas
Una insulina basal baja puede generar los síntomas de la hiperglucemia, que pueden incluir:
Ver también: ¿Gana peso Neovlar?- Aumento de la sed y el hambre.
- Visión borrosa.
- Micción frecuente.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga.
- Pérdida de peso.
- Infecciones vaginales y cutáneas.
- Curación lenta de cortes y heridas.
Los diabéticos deben ser conscientes de la cetoacidosis, que puede surgir cuando la hiperglucemia no se trata. Esta afección se considera una emergencia médica, que puede conducir al coma o incluso a la muerte.
Continúa después de la publicidadLa cetoacidosis surge cuando el organismo no tiene suficiente insulina para permitir que el azúcar de la sangre llegue a las células para ser utilizado como fuente de energía. El hígado descompone entonces la grasa para que sirva de combustible al organismo, un proceso que produce unas sustancias ácidas denominadas cetonas.
Cuando se producen demasiadas cetonas con demasiada rapidez, pueden acumularse hasta niveles peligrosos en la sangre.
La lista de síntomas de la cetoacidosis incluye:
- Vómitos.
- Deshidratación.
- Mucha sed.
- Orinar mucho más de lo habitual.
- Boca seca.
- Malestar.
- Dolor abdominal.
- El aliento huele a acetona.
- Hiperventilación (respiración demasiado rápida).
- Confusión y desorientación.
- Latidos rápidos.
- Dolor y rigidez muscular.
- Mucho cansancio.
En algunos casos, la cetoacidosis puede ser el primer síntoma de diabetes en personas que padecen la enfermedad pero aún no han sido diagnosticadas. Toda persona con síntomas de cetoacidosis debe ser llevada inmediatamente al hospital.
Tratamiento
Si le han diagnosticado diabetes, es importante que siga unos cambios en su estilo de vidaSi sólo los niveles de insulina basal registrados en una prueba no son capaces de cerrar un diagnóstico, lo que definirá el tratamiento es el diagnóstico que el médico dará basado en otras pruebas, los síntomas del paciente y todo lo demás que el profesional de la salud utiliza como forma de evaluación.
En el caso de la diabetes, el tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, como dieta y ejercicio, el uso de medicamentos orales e inyecciones de insulina para mantener bajo control los niveles de glucosa en sangre.