Vea qué es bueno para las uñas inflamadas, cómo tratar esta molesta afección y cómo identificar si se trata de un caso más grave.

Es normal que las uñas cambien con el tiempo y se vuelvan más gruesas o se rompan con más facilidad con el paso de los años (y la edad), se vuelvan más duras, blandas o quebradizas durante el embarazo y cambien de color, se aflojen o incluso se caigan tras una lesión.

A propósito de esto, sepa qué es bueno para el crecimiento sano de las uñas.

Sin embargo, hay situaciones en las que las alteraciones en la uña no pueden considerarse normales e indican que tiene algún tipo de problema.

Un ejemplo de ello es la uña inflamada, que suele aparecer cuando la uña está encarnada, pero también puede surgir como consecuencia de la caída de un objeto sobre los dedos, el uso de zapatos apretados, el hábito nocivo de cortarse las esquinas de las uñas, infecciones causadas por hongos o bacterias e incluso por morderse las uñas.

Una inflamación de la uña puede provocar síntomas como dolor, enrojecimiento, hinchazón y formación de pus bajo la piel. Es necesario prestar atención a esta afección porque, si no se trata adecuadamente, puede infectarse y provocar la acumulación de pus en el dedo afectado.

¿Qué es bueno para las uñas inflamadas?

¿Ha oído alguna vez a alguien decir que la prevención es la mejor medicina? Pues sepa que cuando queremos averiguar qué es bueno para las uñas inflamadas, esto se aplica perfectamente a la situación.

Esto se debe a que el cuidado de la uña inflamada pasa principalmente por estrategias de prevención para disminuir las posibilidades de que aparezca el problema.

Esto incluye: evitar la aparición de uñas encarnadas inflamadas cortándolas siempre rectas y nunca por las esquinas para mantener las puntas permanentemente libres, retirar sólo el exceso de cutícula y evitar llevar zapatos apretados o con el pico fino.

Según la información, concertar citas con el podólogo cada seis meses es otra estrategia que puede contribuir a prevenir el desarrollo de la inflamación ungueal.

Sin embargo, cuando la uña ya está inflamada, puede estar indicada la aplicación de emolientes y anestésicos locales para reducir las molestias.

Además, un remedio casero de compresas de agua caliente preparadas a base de sal y vinagre de sidra de manzana, acompañado de una higiene adecuada, puede ayudar a hacer frente a las molestias causadas por una uña inflamada.

Sin embargo, antes de adherir a cualquiera de estas estrategias para lidiar con la uña inflamada, es fundamental buscar ayuda profesional, con un podólogo o un dermatólogo, para saber cuál alternativa es más indicada y segura para su caso particular y aprender cómo se debe utilizar el medicamento indicado.

Esto es especialmente importante para los pacientes que padecen diabetes, lesiones nerviosas en las piernas o los pies, mala circulación sanguínea en las piernas o infección alrededor de la uña, que no pueden intentar tratar una uña encarnada en casa y necesitan buscar ayuda médica inmediatamente.

Todo ello para que la uña inflamada no empeore en lugar de mejorar, lo que podría ocurrir si se utiliza un tratamiento inadecuado o si no se hace correctamente.

Tenga en cuenta que este artículo es meramente informativo y nunca podrá sustituir el asesoramiento profesional y cualificado de un podólogo o dermatólogo.

Entre otras cosas porque hay casos más graves

Pueden incluir intervenciones más complejas, que deben ser realizadas por un profesional cualificado y experto.

Estos casos más graves pueden presentar bolsas de pus y tejido esponjoso en la zona, por lo que es preferible acudir a un dermatólogo para que los tejidos inflamados sean extirpados correctamente, sin mayores complicaciones.

Estos procedimientos pueden incluir: levantar la esquina de la uña con una espátula y retirar la piel inflamada con un bastoncillo de algodón, retirar la punta de la uña que está causando la inflamación con unas tijeras estériles, drenar la inflamación local si el síntoma está realmente presente, vendar con cremas antibióticas y administrarantibióticos orales, especialmente cuando también han aparecido infecciones secundarias.

También puede realizarse una intervención quirúrgica para destruir la matriz de la uña o extraerla por completo, pero sólo como último recurso, ya que cuando la uña vuelve a crecer puede encarnarse de nuevo.

¿Existe algún medicamento para el tratamiento de una uña encarnada?

Si sólo se trata de una inflamación o infección, puedes tratarla con antibióticos y antiinflamatorios y valorar la mejoría. Acude a un dermatólogo y evita la automedicación, porque así podrás solucionar tu problema de una forma más eficaz y segura.

En la mayoría de los casos de uña encarnada, la solución puede ser quirúrgica.

Puedes probar a hacer salmuera (agua caliente con sal) y bañar la mancha durante 15 minutos, una o dos veces al día.

Otra cosa que ayuda, pero más difícil de encontrar, es el baño con permanganato. Estos dos intentos ayudan a reducir la inflamación.

Si el problema persiste, acuda a un dermatólogo, acostumbrado a las enfermedades de las uñas, para que realice una intervención quirúrgica. Existen varios tipos de cirugía posibles. Cuanto antes se busque, más sencillo será el procedimiento.

Fuentes y referencias adicionales:

• //www.nhs.uk/conditions/nail-problems/