Según información del Instituto Linus Pauling de la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos), las isoflavonas se clasifican como fitoestrógenos, es decir, compuestos derivados de plantas que tienen actividad estrogénica.

Los fitoestrógenos se denominan así porque son similares a la hormona femenina estrógeno en su estructura química y funcionalidad.

Según el Instituto Linus Pauling, la soja y sus productos derivados son las fuentes más ricas en isoflavonas de la dieta humana. Los investigadores han descubierto que estos compuestos presentes en la soja tienen algunas propiedades medicinales, sobre todo en lo que respecta a la salud de la mujer. Pero, ¿el consumo de isoflavonas hace ganar peso o lo hace perder?

Beneficios de las isoflavonas

- Cáncer de mama

Un equipo de investigadores de China y Estados Unidos realizó un estudio a gran escala para determinar si el consumo de alimentos a base de soja podía tener algún efecto sobre la recurrencia del cáncer de mama en supervivientes de la enfermedad.

Los científicos reunieron a un grupo de más de 9.500 mujeres de los dos países que habían sobrevivido a un cáncer de mama invasivo y controlaron su ingesta de isoflavonas de soja durante siete años.

Al final del periodo de estudio, llegaron a la conclusión de que el consumo de isoflavonas de soja disminuía significativamente la recurrencia de la enfermedad y reducía ligeramente el riesgo de mortalidad por cáncer de mama; sin embargo, este último se encontraba en una tasa considerada estadísticamente insignificante.

- Osteoporosis

Otro estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Sichuan (China), analizó datos de investigaciones anteriores para determinar cómo el consumo regular de isoflavonas de soja podría asociarse a la prevención de la osteoporosis en las mujeres.

Identificaron que las mujeres que tomaban suplementos de isoflavonas de soja con regularidad mostraban un aumento del 54% en su densidad mineral ósea.

Además, los científicos afirmaron que la ingesta frecuente de isoflavonas también se asoció a una disminución significativa de la resorción ósea, un proceso por el que el hueso viejo se descompone y sus minerales constituyentes se transportan de nuevo al torrente sanguíneo.

- Síntomas de la menopausia

Investigadores de la Universidad de Catania (Italia) también estudiaron los efectos de las isoflavonas en relación con el tratamiento de los síntomas de la menopausia y obtuvieron resultados ambivalentes.

Esto se debe a que descubrieron que el uso de isoflavonas provocaba una disminución del 40% de los síntomas vasomotores, como los sofocos, y una reducción de la incidencia de la depresión y el insomnio, mientras que aportaba poco o ningún efecto cuando se trataba de problemas como el dolor musculoesquelético menopáusico y la sequedad vaginal.

¿La isoflavona engorda o adelgaza?

Ahora que conocemos algunos de los beneficios asociados a esta sustancia, intentemos comprender si la isoflavona engorda o adelgaza.

Según un artículo de la nutricionista y licenciada en ciencias de la nutrición, Jill Corleone, la idea de que las isoflavonas engordan puede estar relacionada con la creencia de que los estrógenos de las plantas, como las isoflavonas de la soja, pueden provocar hipotiroidismo, una enfermedad relacionada con el aumento de peso.

Sin embargo, según Corleone, el Instituto Linus Pauling de la Universidad Estatal de Oregón informó de que el consumo de isoflavonas de soja no aumenta el riesgo de padecer hipotiroidismo, aunque las personas a las que ya se les ha diagnosticado la enfermedad deben eliminar los alimentos de soja de su dieta para evitar interacciones con los medicamentos utilizados en su tratamiento.

La nutricionista añadió además que el estrógeno se almacena en la grasa y que una mayor grasa corporal puede hacer que aumenten los niveles de estrógeno, por lo que explica que mantener un peso saludable ayuda a equilibrar los niveles de estrógeno en el organismo.

No es correcto decir que la isoflavona engorda, del mismo modo que no es cierto que la isoflavona adelgaza. Analice su dieta para saber cuál es la causa de la pérdida o el aumento de peso.

Precaución con las isoflavonas

Aunque las isoflavonas de soja se han asociado a beneficios relacionados con el cáncer de mama, como se ha visto anteriormente, los investigadores del Instituto Linus Pauling advierten de que la ingesta de cantidades elevadas de isoflavonas de soja puede estimular el crecimiento tumoral del cáncer de mama sensible a los estrógenos en mujeres con antecedentes de la enfermedad.

Por ello, los científicos aconsejan que estas mujeres no consuman grandes cantidades de soja, ya que un consumo elevado de este alimento tampoco está indicado para quienes tienen antecedentes de otros tipos de cáncer sensibles a las hormonas, como el de ovario y el de útero.

También existe preocupación por el consumo de isoflavonas de soja por parte de personas que padecen otras enfermedades, como la endometriosis, que son sensibles a las hormonas.

El Instituto Linus Pauling declaró que en estudios con animales y cultivos celulares, las isoflavonas de soja inhibían la actividad de la peroxidasa tiroidea, que es una enzima necesaria para la síntesis de la hormona tiroidea.

Sin embargo, una ingesta adecuada de yodo en la dieta disminuye este efecto.

La soja también puede afectar a los niveles de hormonas tiroideas en los bebés, y se ha demostrado en investigaciones que los preparados para lactantes con soja provocan una disminución de la densidad mineral ósea, según la Clínica Mayo.

Las niñas alimentadas con leche de fórmula a base de soja registran un mayor uso de medicación contra el asma o las alergias en la edad adulta que las que fueron alimentadas con leche de fórmula a base de leche de vaca.

Los investigadores del Instituto Linus Pauling también advierten de que algunos estudios sugieren que un consumo elevado de isoflavonas de soja puede interferir con los efectos antitumorales de los medicamentos contra el cáncer.

La soja también puede interferir con los fármacos anticoagulantes para las supervivientes de cáncer de mama, así como con los fármacos sustitutivos del tiroides.

Además, se han notificado casos agudos de migraña tras el uso de productos que contienen isoflavonas de soja.

Por lo tanto, si le han diagnosticado alguna de las enfermedades mencionadas anteriormente o padece algún trastorno de salud específico, hable con su médico sobre los cuidados que debe tener al consumir soja y otros alimentos que contengan isoflavonas.

Y para cualquier persona, incluso personas sanas sin estas u otras enfermedades, es esencial consultar a un médico antes de tomar un suplemento con isoflavonas para que pueda determinar si su uso es realmente necesario, adecuado y no causará problemas.

Utilizar cualquier tipo de suplemento o medicamento sin la aprobación de un médico puede ser peligroso y perjudicial para la salud.

Si ya utiliza este tipo de suplemento y experimenta algún efecto inesperado e indeseable, solicite inmediatamente la ayuda de su médico.

¿Has oído alguna vez que la ingesta de isoflavonas hace engordar o adelgazar? ¿Tienes miedo de consumir soja por este motivo? Comenta a continuación.