Las semillas de chía están compuestas de nutrientes importantes para el buen funcionamiento de nuestro organismo, como fibra, proteínas, hidratos de carbono, manganeso, magnesio, fósforo, calcio, zinc, cobre, potasio, hierro y vitaminas del grupo B.

Este alimento también sirve como fuente de antioxidantes y se ha asociado a beneficios como la ayuda a la salud del sistema digestivo, la contribución a la salud cardiaca, la contribución a la salud ósea y la ayuda a la salud dental.

Pero, ¿alguna vez se ha parado a pensar en cómo los alimentos pueden influir o afectar al funcionamiento de nuestros intestinos?

¿La chía retiene o afloja los intestinos?

¿Cómo saber si la chía retiene o afloja los intestinos? Una forma eficaz de hacerlo es mirar el perfil nutricional del alimento.

Pues bien, las semillas de chía son ricas en fibra y contienen 10,6 g de este nutriente en una porción de aproximadamente 30 g. Precisamente por ser ricas en fibra, las semillas de chía benefician la regularidad intestinal y la salud de las heces.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos incluye la chía entre las mejores fuentes de fibra dietética. La inclusión en la dieta de alimentos ricos en fibra como la chía ayuda a aliviar el estreñimiento, también conocido como intestino atascado. Entonces, ¿podemos decir que la chía afloja el intestino?

Fibras insolubles

Para analizar a fondo si la chía retiene o afloja el intestino, es importante saber qué tipos de fibra se encuentran en la composición del alimento.

Pues bien, la mayoría de las fibras que se encuentran en la composición de las semillas de chía son fibras insolubles, explica Adda Bjarnadottir, máster en Nutrición Humana.

Pero, ¿qué son estas fibras insolubles? Pues bien, se trata de un tipo de fibra que favorece el movimiento de materiales en el aparato digestivo y aumenta el volumen de las heces.

Esto puede beneficiar a las personas que sufren estreñimiento o deposiciones irregulares.

Comer mucha fibra insoluble ayuda a la regularidad intestinal, lo que significa que si sufres estreñimiento, añadir más (de la fibra insoluble) a tu dieta puede hacer que tus intestinos funcionen.

Por otra parte

A la hora de analizar si la chía liga o afloja los intestinos, también hay que tener en cuenta los efectos que un consumo excesivo de este alimento puede tener en este sentido.

"El consumo excesivo de fibra puede causar problemas como dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, hinchazón y gases. Esto también puede ocurrir cuando el consumo elevado de fibra se combina con una hidratación inadecuada, ya que el agua es esencial para ayudar a la fibra a pasar por el sistema digestivo", explica la nutricionista Rachael Link.

Explica que el cuerpo tiene que tirar de agua para expulsar la fibra, lo que provoca diarrea, una afección que también puede venir acompañada de deshidratación.

Además, ingerir fibra sin la presencia de agua puede provocar sequedad intestinal. Por lo tanto, recuerda siempre beber mucha agua durante el día, aunque tu ingesta de fibra no sea exagerada, para evitar estos problemas.

También recordamos que consumir una cantidad de fibra superior a la recomendada al día en un periodo corto de tiempo puede causar problemas como hinchazón, gases, cólicos y perjudicar la absorción de minerales como el hierro, el zinc, el magnesio y el calcio.

Aproveche la oportunidad de conocer en el siguiente vídeo los mayores beneficios de la chía y cómo utilizarla de la forma correcta para perder peso y mejorar la salud:

¿Cuánta fibra puede consumir una persona al día?

Ya hemos visto que es necesario no exagerar en el consumo de fibra. Pero para saber qué es exagerar, necesitamos saber qué contenido de fibra debemos consumir diariamente, ¿verdad?

Pues bien, según la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, estos son los contenidos diarios de fibra que se deben consumir en un día, en función de la edad y el sexo:

• Niños (niñas y niños) de uno a tres años: 19 g al día;
• Niños (niñas y niños) de cuatro a ocho años: 25 g al día;
• Niñas de 9 a 13 años: 26 g al día;
• Niños de 9 a 13 años: 31 g al día;
• Chicas de entre 14 y 18 años: 26 g al día;
• Chicos de 14 a 18 años: 38 g al día;
• Mujeres de entre 19 y 50 años: 25 g al día;
• Hombres de 19 a 50 años: 38 g al día;
• Mujeres mayores de 51 años: 21 g al día;
• Hombres mayores de 51 años: 30 g al día;
• Mujeres embarazadas de todas las edades: 28 g al día;
• Mujeres lactantes de todas las edades: 29 g al día.

Si aproximadamente 30 g de semillas de chía contienen 10,6 g de fibra, como vimos al principio de este artículo, 100 g del alimento ya superan la ingesta diaria recomendada de este nutriente para la mayoría de los grupos de la lista anterior.

Si además pensamos que las semillas de chía no son el único alimento que sirve como fuente de fibra en nuestra dieta, es aún más fácil que se supere la ingesta diaria recomendada del nutriente y puedan aparecer esos problemas derivados del consumo excesivo de fibra.

Por lo tanto, para disfrutar de los beneficios de las semillas de chía, sin sufrir los síntomas provocados por una ingesta exagerada de fibra, lo ideal es consumir el alimento con moderación.

Aumente gradualmente la ingesta de fibra

Jennifer Andrews, licenciada en fisioterapia y diplomada por el Instituto de Nutrición Integrativa de Estados Unidos, advirtió de que es necesario aumentar lentamente la ingesta de alimentos fibrosos, algo especialmente importante para las personas que no están acostumbradas a comer mucha fibra.

"Los alimentos fibrosos pueden provocar atascos intestinales o problemas digestivos, como hinchazón o flatulencias, si se introducen rápidamente en la dieta. Hay que dar tiempo al cuerpo para que se acostumbre a los alimentos ricos en fibra, que añaden volumen a los materiales de desecho y llenan más rápidamente", explica el articulista.

En el mismo sentido, informamos de que es importante aumentar gradualmente la ingesta de fibra en la dieta porque las bacterias intestinales que descomponen parte de la fibra necesitan tiempo para acostumbrarse a este aumento en la ingesta del nutriente.

Sin embargo, cuando este aumento se produce de golpe, se corre el riesgo de sufrir problemas intestinales.

Alergia a las semillas de chía

La alergia a las semillas de chía se considera una afección rara, sin embargo, hay casos registrados del problema.

Las alergias alimentarias pueden provocar síntomas como diarrea (los intestinos se vuelven demasiado blandos), vómitos, picor de labios y lengua, hinchazón, urticaria y, en casos graves, anafilaxia, que puede ser mortal y provoca dificultad para respirar y opresión en la garganta y el pecho.

Si consume semillas de chía por primera vez y experimenta algún síntoma de alergia alimentaria, interrumpa su consumo inmediatamente y consulte a su médico.

Fuentes y referencias adicionales:

• //www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/fiber/art-20043983
• //www.webmd.com/diet/features/insoluble-soluble-fiber